Desde el inicio, Peñarol dominó el juego gracias a su estrategia de cargar la pintura con Vargas y una eficiente rotación de balón que culminaba en triples de Johnson y Zanotta. Defensor Sporting, por otro lado, se mostró desorganizado y falto de recursos ofensivos frente a la sólida defensa del equipo carbonero.

A pesar de los esfuerzos de Defensor por acortar distancias con una mejor defensa y la intervención de Curry, Peñarol mantuvo una ventaja significativa, terminando el primer cuarto con un marcador de 30-14 gracias a la precisión de Granger desde el perímetro.

En el segundo cuarto, Defensor Sporting mostró más iniciativa con Curry a la cabeza, pero Peñarol aprovechó los espacios dejados por su adversario y mantuvo su dominio. Granger continuó liderando a su equipo, apoyado por Serres y Washington, lo que permitió a Peñarol irse al descanso con una ventaja de 51-34.

El tercer cuarto vio intentos de reacción por parte de Grytsak y Terra de Defensor Sporting, pero Peñarol respondió con una eficiente rotación de balón y precisión en los tiros de Johnson, Granger y Washington. Aunque Defensor tuvo momentos de ilusión con triples de Massa y Grytsak, el cansancio y las desatenciones permitieron a Peñarol finalizar el periodo con una ventaja de 75-57.

En el último cuarto, Peñarol continuó siendo implacable con Granger liderando el ataque. Las variantes tácticas de Defensor no lograron cambiar el rumbo del juego, y los de Signorelli se mostraron superiores en todas las facetas del juego. Finalmente, Peñarol cerró el partido con un cómodo 103-66, asegurando su lugar en las finales de la Liga Uruguaya por segunda vez en tres años.