El entrenador Signorelli sorprendió desde el comienzo del encuentro al incluir a Washington en el quinteto titular en lugar de Vargas, y asignar a Serres la tarea de marcar a Sims. La estrategia resultó efectiva, ya que Peñarol dominó el inicio del partido con un rápido 11-2, gracias a un inspirado Serres.

Aguada luchaba por encontrar su ritmo ofensivo y solo conseguía puntos en la pintura a través de Santos.

Al término del primer cuarto, Peñarol llevaba una ventaja de 26-17.

El segundo cuarto fue marcado por un bajo rendimiento ofensivo de ambos equipos, con las defensas imponiéndose claramente.

Peñarol anotó un triple inicial de Granger, pero luego pasó casi seis minutos sin encestar, lo que permitió a Aguada acercarse con una racha de 9-1.

Sin embargo, Peñarol reaccionó en los últimos tres minutos de la primera mitad con un parcial de 7-0, dejando el marcador 37-26.

En el tercer cuarto, Aguada mostró una notable mejoría. Vidal lideró la ofensiva y la defensa aguatera ajustó sus marcas, dificultando los ataques de Peñarol.

Washington fue el único que logró algunos puntos para los locales, mientras que Sims y Rudd comenzaron a destacar en ambos extremos del campo.

Al final del tercer cuarto, Aguada tomaba la delantera con un 54-53.

El último cuarto fue un verdadero intercambio de golpes.

Peñarol comenzó mejor, pero Aguada, impulsado por la actuación crucial de Rudd, logró mantenerse en la pelea.

Un triple de Pepo Vidal y dos tiros libres de Rudd pusieron a Aguada por delante 66-65 con solo 24 segundos por jugar.

Peñarol tuvo varias oportunidades para cambiar el resultado, pero la suerte no estuvo de su lado.

Granger falló un tiro clave y Zanotta no pudo concretar una bandeja en la última jugada del partido.

Aguada cerró mejor el juego y se llevó una victoria valiosa en un encuentro que pudo haber sido para cualquiera de los dos equipos.

Esta victoria tiene un peso significativo en la serie y deja a Aguada en una posición favorable para los próximos encuentros.