Podrán ser visitadas en forma gratuita hasta el jueves 27 del corriente mes, en las instalaciones de Rafael Pérez del Puerto entre Román Guerra y Sarandí.

Jorge Céspedes, director general de Cultura destacó a Iturrarte por el abordaje de una travesía cromática.

El observador pasa por distintas etapas a través de las obras que tienen un hilo conductor, y percibe a través del pincel los estados de ánimo del artista.

Esa expresión creativa es un instrumento de terapia para realizar un abordaje y entender las problemáticas actuales desde una visión creadora.

Daniel Iturrarte nació en Montevideo y hace cuatro años vive en Maldonado.

Comenzó a pintar en forma autodidacta seis años atrás y actualmente asiste a talla en madera con el profesor Milton Sosa y taller de pintura con Mari Barraco.

El artista logra sus pinturas a través de un proceso creativo basado en la búsqueda y conexión espiritual.

Iturrarte reconoció que si bien nació en Montevideo, tiene su corazón en San José, por adopción es de Maldonado y se considera un fernandino más.

Comentó que utiliza técnicas variadas y destacó entre sus obras un homenaje a sus padres en los que utilizó colores más suaves.

También resaltó otros trabajos con tormentas, playas y rostros que despiertan emociones y un cuadro con la creación del Universo que es fundamental para unir lo espiritual con la pintura y lo emocional.

Céspedes además, valoró a la artista Navarro porque la creatividad también implica explorar a través de nuevas técnicas que le permitan al arte manifestarse como tal.

En ese sentido agregó que su obra, rompe con modelos anteriores y provoca un impacto emocional en aquel que es el observador de esa muestra.

Raquel Navarro, oriunda de Solís de Mataojo, comenzó desde muy joven a realizar diferentes cursos de artesanías y manualidades: flores de tela, pintura, bordado a mano y a máquina, cerámica, tapiz y repujado en cobre.

Recientemente hizo tapicería y marquería.

En la actualidad se dedica a experimentar con bijoutería; emplea elementos que se desechan para darles una utilidad distinta y así crear composiciones para que puedan llegar a sensibilizar, alegrar y emocionar.

La artista manifestó que esta técnica la aprendió a base de errores y aciertos con bijouterie reciclada, que es una técnica nueva no muy conocida.

Recordó que desde niña le gustaron mucho las artesanías y fue incursionando en distintas técnicas, hasta que la bijouterie la atrapó hace 5 años y empezó a aprovechar lo que otros descartan.

Añadió que sus creaciones tienen paciencia, amor y muchas horas de trabajo.