Los campos anegados han impedido la cosecha, dejando a los agricultores en una situación crítica.

Modesto Silva, un productor local, explicó que de las 800 hectáreas sembradas con arroz, 300 están bajo agua. De estas, solo se podrán salvar alrededor de 80 hectáreas. La situación es igualmente grave en los departamentos de Treinta y Tres y Rocha, donde las pérdidas podrían ser mayores de lo estimado inicialmente.

Silva señaló que las pérdidas en su campo ascienden a unas 60.000 bolsas de arroz, valoradas en aproximadamente un millón de dólares. Este impacto económico tardará entre cuatro y cinco años en ser recuperado.

La zona alrededor de la laguna Merín también ha sido gravemente afectada por las lluvias torrenciales provenientes del estado brasileño de Rio Grande do Sul, con un estimado de 16.000 hectáreas de cosechas dañadas.

Ante esta crisis, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) declaró la emergencia agropecuaria por exceso hídrico en mayo. Esta medida aplica a varias seccionales de los departamentos de Rocha y Treinta y Tres, permitiendo a los productores afectados acceder al Fondo de Emergencia Agropecuaria.

El año pasado, los arroceros enfrentaban una situación completamente opuesta con una severa escasez de agua, que amenazaba con dejar miles de hectáreas sin sembrar. Ahora, enfrentan el desafío de recuperarse de las devastadoras inundaciones que han dejado sus campos inutilizables.