La Unidad N°18 del INR inauguró un nuevo sector femenino

Este miércoles 12 de junio, la Unidad N°18 realizó la ceremonia de inauguración de un sector femenino junto con la de un nuevo espacio educativo. Este último será destinado a la totalidad de los privados de libertad ubicados en esa unidad penitenciaria.

En la actividad, estuvieron presentes el ministro del Interior, Nicolás Martinelli, el director de la Policía Nacional, José Manuel Azambuya, el director del Instituto Nacional de Rehabilitación, entre otras autoridades.

La unidad, ubicada en el departamento de Durazno, fue acondicionada para albergar mujeres en espacios apropiados, por lo que, a través de esta nueva obra, se incorporaron 20 plazas para dicho fin. La nueva construcción cuenta con 16 plazas destinadas a internas femeninas, además de 2 plazas adicionales para madres con hijos (una iniciativa que previamente no estaba disponible) y adicionalmente se asignaron 2 plazas para mujeres trans.

El espacio educativo a su vez, tiene capacidad para albergar a 15 estudiantes, logrando proporcionar un entorno propicio para el aprendizaje y el desarrollo académico.
En su oratoria, Mendoza destacó la importancia de esta obra debido a que, además de mejorar las condiciones de las mujeres privadas de libertad por un lado, a su vez fortalece el sentimiento de pertenencia dado que, tanto los hombres como las mujeres allí ubicadas, contribuyeron en la construcción de dichos espacios.

El director del INR mencionó que desde el año 2020, esta gestión detectó la falta de sectores específicos para mujeres privadas de libertad por lo cual se viene trabajando en pro de generar dichos espacios y que, una vez establecidas en un lugar digno, cuenten con la posibilidad de una rehabilitación propiamente dicha, adquiriendo herramientas a través tanto del estudio como del trabajo. Por tal motivo se promueven distintas tareas realizadas en chacras así como la agricultura y la cría de animales.

El jerarca subrayó el impacto positivo que este tipo de actividades tiene para con la población carcelaria, debido a que fomenta la adquisición de herramientas para que a futuro puedan utilizar para su reinserción social.

Actualmente se han logrado crear espacios adecuados para la población femenina que se encuentra privada de libertad, en las que además se incluyen áreas especiales para madres con hijos como ser en las unidades penitenciarias de Artigas, Rivera, Salto. Estas forman parte de un claro ejemplo de algunos centros de rehabilitación femeninos en los que se trabajó y aún se continúa trabajando a nivel nacional para lograr equiparar así las condiciones de rehabilitación de las mujeres y mejorar la realidad de todos los privados de libertad indistintamente de su sexo.