Ya se hizo el acondicionamiento y ensanche del camino; en tanto que posteriormente se procederá al cementado y tratamiento bituminoso doble, dejando el acceso a la localidad en óptimas condiciones.

Tratamiento bituminoso doble
Acompañado por la Directora y Subdirectora de Descentralización, Gabriela Gómez y María del Carmen Pereira, respectivamente; el Secretario General, Fermín Farinha; el director de Alumbrado Público, Héctor Acland; el director de Vialidad, Manuel De Souza, entre otras autoridades; Olivera recorrió el avance de obra del camino de 12 kilómetros que une la Ruta 26 con la localidad de Cañada del Pueblo.

“Habíamos hecho un compromiso con los vecinos, en donde el reclamo histórico era el camino de acceso, y hoy hay una empresa que está avanzando”, indicó el Intendente. Se trata de una obra en la que ya se realizó el acondicionamiento y ensanche del camino, para luego de la veda del asfalto (en donde los expertos recomiendan no realizar tratamiento bituminoso debido a que se necesitan ciertas temperaturas especiales para su colocación), realizar el cementado y el tratamiento bituminoso doble, que permitirá que el camino quede en óptimas condiciones.

Es una obra que tiene una inversión en el entorno de los 100 millones de pesos, según indicó el Intendente.

“Ahora los vecinos de Cañada del Pueblo van a tener el camino que anhelaban, como lo supo tener la gente de Merinos, de Morató, de Piñera; en un momento complejo para la caminería en el país que no escapa a la realidad de que en los meses de marzo y abril se triplicó el histórico de precipitaciones”.

“Hace algún tiempo, un día como hoy no se podía entrar a Cañada del Pueblo”, reflexionó Olivera. “Pero hoy no solamente se entra, sino que todavía falta para que luego de la veda del asfalto se pueda comenzar el proceso de cementado y de pavimentación que cambiará rotundamente esta localidad”.

LA OBRA

Gonzalo Abi Rached, de la empresa Bamilir SA que fuera la ganadora del llamado a licitación para la realización del camino de 12 kilómetros, se encuentra trabajando en el acondicionamiento y el ensanche del camino, que ahora pasará a tener 7 metros.

“Estamos terminando con el recargo, el ensanche, los terraplenes y alcantarillas que hicimos; ahora entramos en un pequeño parate por la veda, pero vamos a seguir arreglando cabezales, algunas entradas particulares”, explicó.

Luego del 1 de agosto se retomará con los trabajos de pavimentación, en donde se ratificará “cualquier detalle que haya quedado, vamos a hacer los perfiles transversales que tiene que llevar la obra, para proceder a realizar el reciclado con cemento portland”. Inmediatamente se realiza la pavimentación para culminar con la señalización horizontal y vertical. “Vamos a dejar varios equipos en el lugar para mantener el camino y continuar con la reparación del puente”, aseguró Abi Rached.

Lo que se ha hecho es “ensanchar el histórico camino, obras hidráulicas, nuevos cruces de caños, drenajes, sub base y la base” para posteriormente iniciar “el proceso de reciclado en donde mezcla lo árido con el cemento portland para darle resistencia al camino y luego un tratamiento bituminoso doble para poder preservar la base y darle durabilidad y confort a la gente que tiene que ingresar o salir”, explicó Olivera.

Si bien son pocas las familias que viven en Cañada del Pueblo, “uno decide dónde priorizar los recursos”, afirmó; “hay que ver cuánto hace que estos vecinos esperan respuestas”, lamentó. Y puso como ejemplo a una vecina que “hace 75 años que vive en Cañada del Pueblo y hace 75 años que pide tener un camino en condiciones para salir”.

Olivera reconoció que “hay varias localidades que tienen los mismos reclamos, pero a medida que vamos asumiendo compromisos vamos cumpliendo; la idea es ir mejorando todas las localidades”.

“Cañada del Pueblo está en mejores condiciones que hace un tiempo y cuando a finales de octubre inauguremos el camino, va a ser un antes y un después”.

Posteriormente, las autoridades se trasladaron hacia la Escuela 85 “Juan Carlos Henderson” en donde donaron una heladera tras un pedido de la maestra directora, quien en una reunión anterior había manifestado la necesidad de contar con un nuevo artefacto en el centro educativo para la seguridad y el bienestar de los alumnos.