Sobre el lamentable fallecimiento de Juan izquierdo
Sus restos seran velados en la Sede de Nacional mañana jueves a partir de las 10:00 de la mañana esperando la presencia de una representacion de jugadores de San Pablo
Hoy es una jornada muy dura de transitar.
Sin lugar a dudas la noticia del fallecimiento del futbolista Juan Izquierdo ha impactado en la sociedad toda, mas allá del club del cual sean hinchas o siquiera si son apasionados por el futbol o no.
Hoy se nos fue un hombre joven, un deportista, una persona sana y que era muy querida por quienes han sabido compartir momentos con el jugador.
Un hombre con muchos sueños por cumplir, con una familia a la que acompañar y seguir construyendo.
Fueron días muy duros desde el partido hasta este desenlace, el haber visto en directo el momento en el que tiene la descompensación, imagen que va a ser muy difícil de borrar de mi retina, la internación, la espera de informes que dieran esperanzas, el constante revisar redes sociales a la espera de noticias positivas, pero no fue así sino todo lo contrario.
Ponerse en el lugar de una esposa que veía que se desplomaban un montón de sueños y que, como lo expresó en las redes sociales, estaba perdiendo una mitad de si misma, y que deberá afrontar sola la crianza de dos niñas pequeñas.
Ponerse en el lugar de esos padres que veían como se quebrantaba una de las leyes naturales de la vida que es que los hijos despidan a los padres.
Y en lo personal ponerme la piel de esos padres implica erizar la mía ya que tengo un hijo de la misma edad de Juan.
Destacar el gesto de los jugadores de San Pablo que estuvieron siempre acompañando al jugador, a la familia y dirigentes de Nacional, al punto de ofrecer el jugador Calleri su tarjeta de crédito para cubrir los costos que fueran necesarios, o cuando al siguiente entrenamiento se juntaron para orar por la salud de Juan y el salir a la cancha con una camiseta dándole fuerza a Juan aunque él nunca se fuera a enterar.
Toda esta situación nos tiene que interpelar en muchas cosas que van desde la violencia en el deporte, no tiene que ocurrir una desgracia para darnos cuenta que podemos convivir en las diferencias, hasta en las infraestructuras que se disponen a nivel local para atender situaciones como las vividas.
La verdad va a costar sobrellevar los próximos días pero el tiempo pondrá las cosas en su lugar.
Solo queda una sola cosa para reflexionar, abracen a los que quieren, disfruten de cada momento, no nos frustremos por pequeñeces, no todos son problemas, vivamos con alegría, seamos solidarios, no dejemos cosas pendientes, porque como dijo “El Sabalero” “esa vieja, puta y fría, te tumba sin avisar”
A la familia, a los allegados, a los compañeros, nuestras condolencias.