Merlier sorprende al vencer en un emocionante esprint a Milan después de alcanzar y superar a Pogacar a solo 200 metros de la meta, en un intento del esloveno por triunfar en una etapa llana.
A pesar de no lograr la victoria, Pogacar aumenta su liderato gracias a una bonificación.
En una jornada donde se cuestiona si las etapas planas e intrascendentes deberían ser más cortas, Tadej Pogacar sigue demostrando ser una razón válida para no despegarse de la televisión.

Los organizadores de las carreras deben estar satisfechos, pensando que cada euro invertido en él vale la pena.

Es una joya, una locura que complace a todos. Después de casi cuatro horas de carrera, Pogacar decidió animar el día, destinado a los velocistas, con un emocionante espectáculo. Aunque no logró cruzar la línea de meta primero después de un ataque en una subida previa cerca de Fossano, su intento desató la emoción entre los presentes y los espectadores en sus hogares.

A solo 200 metros del final, Pogacar y Geraint Thomas, quien se unió a su escapada, fueron alcanzados por el grupo de velocistas, liderado por Tim Merlier, quien consiguió su octava victoria en 2024, empatando una vez más con Pogacar como los máximos ganadores de la temporada.

Los primeros kilómetros transcurrieron sin acción, con el pelotón rodando a un ritmo promedio de alrededor de 35 km/h, más propio de una marcha cicloturista que de una competencia profesional.
La primera escapada fue protagonizada por Lilian Calmejane (Intermarché-Wanty) y Davide Ballerini (Astana Qazaqstan), pero ambos fueron alcanzados por el pelotón después de disputar los puntos de la montaña y el esprint intermedio, respectivamente.

En la lucha por el segundo sprint intermedio, se formó una segunda escapada con algunos velocistas, que también fue neutralizada. Hasta el sprint final, lo único destacable fue el intento de Pogacar por conseguir bonificaciones en el sprint intermedio de Cherasco, a 22 km de la meta, donde sumó dos segundos, Thomas sumó uno.

Lo mejor estaba por llegar.

Pogacar no pudo resistir la tentación de la batalla, desechando la idea de economizar esfuerzos de cara al Tour, al menos en esta etapa del Giro.

Aprovechando el ataque de Honoré, se enganchó a su rueda, seguido de cerca por Thomas.

Honoré pronto cedió ante el ritmo de Pogacar, quien incluso logró abrir una brecha sobre Thomas en terreno llano.

Con el galés exhausto, Pogacar lo intentó todo en busca de la victoria, pero la determinación de los velocistas fue insuperable.

Aunque se quedó cerca, el resultado fue lo de menos. Una vez más, el espectáculo de Pogacar hizo brillar el día.